lunes, 23 de febrero de 2015

¡Dame!

Las semanas que siguieron sirvieron para darme cuenta que aunque esté con medicamento seré una mala persona, las vos me consumen y el sueño cada ve se vuelve realidad...

La historia comienza como la de todos, un pequeña feliz con la familia perfecta, con padres separados incluso antes de darse cuenta, pero seguía con la esperanza de tener felicidad familiar, entonces se entrometía en otras familias, conseguía, sin darse cuenta, amigos que la pudieran tener en casa, parecía de la familia, pero esas personas crecieron sin ella, se alejaron de ella, la olvidaron, la gente la fue olvidando, incluso sus padres, su padre jamás la tomó en cuenta, y los estudios jamás fueron importantes para él, su madre dejó de ponerle atención, la pequeña niña consiguió hacerse de su propio mundo.
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Díganme que no se lo creyeron, jajajajajajajajajajajajajajaja; pues no. Mi vida fue normal, padres separados, los dos unos atentos de mierda, los dos tratando de darme lo mejor, todos me lo decían, la verdad no sé qué estuvo mal conmigo, quizás fue  mente de mierda que nunca funcionó bien, cuando era chica mi mejor amigo y el único murió, bueno, eso es verdad, entonces pasé por etapas de depresión, incluso intenté suicidarme, desde la primera vez las cosas comenzaron a cambiar, nadie quería tenerme cerca, no sé si olía mal, si me veía mal, si incluso estaba muerta, mi mente comenzó a tener alucinaciones, tuve amigos que me acompañaban, y cuando comencé a platicar sola, los chicos de mi edad menos querían estar a mi lado, los niños pensaban que era rara y fea, daba miedo, y no los culpo, porque no deseaba el contacto humano, aún sigo tratando de afrontar eso, pero no me va bien, todos creen que mi vid fue un asco y que por eso soy así, pero la verdad es que cuando quise volver a ser normal, y sonreír la gente mierda, me hizo como soy, me insultaban, golpeaban, el perfecto acoso para una ''emo'' en aquellos años, pero entonces yo me defendí, ni fui tan estúpida, la primera vez que le hice daño a alguien... lo recuerdo bien, estaba harta y no pensaba aguantar una más, las voces seguían acumulándose en mi interior, me daban la fuerza necesaria, una voz me susurró: ¡Hablan de ti! Haz algo. Entonces lo hice, me levanté, aquel chico iba camino al bote de basura, me puse frente a él y mis puños se cerraron en automático, entonces sin darme cuenta algo me arrebató, se apoderó de mí, mi cuerpo se llenó de rabia, lo sentía frío, estaba en una celda, pero no me importaba, quería verlo sufrir, lo golpeé, lo más fuerte que pude, entonces volví en sí, lo sentí, mi puño tocando su nariz, los huesos saliiéndose de lugar, los ojos del chico desorbitados, la sangre saliendo de sus orificios, puedo jurar que sentí un orgasmo al verlo sufrir, bueno ahora que comprendo lo que es, pero había sentido placer en ello, algo que nada me había hecho feliz en el mundo antes, ni siquiera mi vida normal de antes, ni mi mejor amigo, desde ese día, mis padres, o debo decir madre, me envió con psicólogos, bajo depresión, ansiedad, ataques de agresividad y esquizofrenia, todo en una persona, quizás no se lo desee a alguien, pero para mí está bien, los intentos de suicidio cesaron, la verdad no tenía punto matarme, cuando podía deshacerme de una cuanta mierda en el mundo, comencé a pelearme con chicas, chicos, peleas en la calle, terminaba mal, pero ellos peor, dejé a algunos inconscientes y en coma, a uno le había pegado con una piedra, pero mi madre siempre supo sacarme de aprietos gracias a mi diagnóstico. Gracias a él, tengo la libertad de hacer lo que quiera, siempre podré culparle de lo que hago, de mis actos bárbaros según dice mi familia, una dama como yo, he estado en más hospitales, internada que mis abuelos por sus enfermedades, juntando a los cuatro, he salido de ahí igual, o peor, con mejores ideas, he madurado, ahora sé cómo ocultar bien lo que soy, mis padres creen que he mejorado, incluso mi psiquiatra me ha quitado el medicamento para la depresión, ansiedad y agresividad, porque me demostrado ser diferente... quizás quiera serlo, o quizás es que alguien más se apodera de mí, no puedo decir mucho, sólo la verdad, me gusta provocar daño, pero no me gusta encontrarme con rasguños y heridas en mi piel al siguiente día, después de dormir y tener parálisis del sueño, algo está mal... algo no funciona en mí, sólo quiero que las cosas se arreglen a como antes eran... y poder seguir golpeando, cada día me levanto más cansada, sin ganas, cada día quiero morir, y tengo pensamientos suicidas, cada día que paso por el puente tengo ganas de brincar... de brincar... a vacío... para no sufrir... ¿por qué perderme de todo ésto? Cuando aún puedo hacer más daño, mi mente no lo comprende del todo.
Mente estropeada-

sábado, 31 de enero de 2015

¿Qué es?-

Parálisis del sueño- es un trastorno del sueño sorprendentemente común que se produce durante la transición entre el sueño y la vigilia, ya sea en los momentos previos a conciliar el sueño o en el momento del despertar. Quien la sufre, despierta bruscamente teniendo plena consciencia de sus pensamientos pero manteniéndose paralizado físicamente. Como si del síndrome del enclaustramiento se tratara, la persona se siente atrapada en su propio cuerpo.

Aunque puede abrir los ojos, no es capaz de emitir sonido ni mover músculo alguno, lo cual le genera una considerable sensación de angustia y de temor por estar sufriendo un episodio de una enfermedad grave. Por si fuera poco, al encontrarse en un estado de limbo entre el sueño y la vigilia, la persona suele padecer alucinaciones auditivas y visuales que generalmente coinciden en una intensa sensación de presencia y de movimiento en torno a su cuerpo indolente.

Las cosas se suelen poner rudas cuando sucede, aplicándole un trastorno extra... ¿conoces los riesgos de aquello? Dudando de la verdad que te rodea, experimentando, conociendo algo que nunca quisiste. Sorprendentemente suelo pensar que las cosas no pueden ponerse peor, cuando ya se están poniendo.